Esta pregunta extrañará a algunos. La fe -dirán- siempre es la fe. No se puede hablar de diferentes categorías de fe. Y el objeto de la fe siempre es el mismo: el Señor Jesucristo. ¿Cómo decir de qué clase de fe está hablando? Además, el Nuevo Testamento establece (por ejemplo, en Romanos 4) que la fe que ejercemos en el primer momento de creer en el Señor Jesucristo, si es verdadera, perdura y persevera siempre. Sigue siendo la misma fe hasta el fin de nuestros días. Madura, crece en profundidad,
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